Los mayas acuñaron un sistema para determinar con mucha precisión la posición del Sol en el cielo. Las culturas precolombinas observaron y registraron cuidadosamente durante muchos años el movimiento del Sol. Si usted observa la salida y la puesta del Sol durante muchos días, notará que la posición en el horizonte donde el Sol sale o se pone cambia. Por ejemplo, desde la zona 1 de la Ciudad de Guatemala, el Sol durante el mes de junio se pone en dirección al cerro Alux. Mientras que en diciembre, seis meses después, se oculta entre los volcanes de Acatenango y Fuego.
Los mayas observaron esto y aún más, notaron que estos movimientos eran cíclicos y acuñaron un sistema para determinar con mucha precisión la posición del Sol en el cielo. Además, observaron, al igual que otras culturas en el mundo, que cada posición del Sol en el cielo correspondía a un tipo de clima favorable o desfavorable para las siembras y cosechas.
Entonces, con base en estas observaciones crearon un sistema de conteo, un calendario que era utilizado principalmente para fines agropecuarios. A este sistema le llamaron el Haab’. Es un sistema calendárico que consta de 365 días naturales. De acuerdo con Victoria Bricker, de la Universidad de Tulane (Louisiana, EE.UU.), el año cero de este calendario coincide en el solsticio de invierno del año 500 a.C. y su uso parece extenderse más allá del año 100 a.C. Sorprendentemente hoy en día sabemos que un año dura 365.2421... días; sin embargo, existe evidencia descubierta por el arqueólogo inglés Eric Thomson de que los mayas tenían conocimiento de que el año duraba más de 365 días y menos de 366. Este hecho se descubrió en registros mayas hecho para realizar cálculos de grandes períodos de tiempo.
Desafortunadamente gran cantidad de esta información respecto al origen, uso y otros detalles del Haab’ y los otros calendarios mayas se ha perdido para siempre, ya que en la actualidad solamente sobrevive un puñado de códices mayas.
La mayoría, alrededor de 40 códices, fueron quemados en julio de 1562 durante uno de los actos más infames cometidos contra la cultura maya, bajo la orden del sacerdote católico Diego de Landa.
El Haab’ tiene una duración de 365 días, que es aproximadamente el tiempo que el sol tarda en volver a aparecer en el mismo lugar del cielo y que emplea la Tierra en completar una órbita alrededor del Sol.
Haab’
El Haab’ consta de 365 días divididos en 18 meses de 20 días y un período adicional de 5 días llamado Wayeb’. Cada uno de estos meses tiene un nombre asociado a las creencias y rituales propios de cada temporada del año. Estos nombres representan fenómenos naturales y animales propios de Mesoamérica, la región comprendida entre el sur de México, Guatemala y el norte de Honduras. Entre los nombres de los meses de animales encontramos al murciélago, el perro, el tecolote y la tortuga.
Entre los fenómenos naturales tenemos, por ejemplo, el mes del nuevo Sol, los meses de las tormentas, el mes del Sol amarillo y el mes para preparar el tiempo. Los nombres que se conocen en la actualidad vienen del maya yucateco y se conservan gracias los libros sincréticos del Chilam Balam escritos después de la conquista española. Finalmente, el Wayeb’ corresponde a 5 días sin nombre en los que había que observar mucho respeto y varios rituales especiales.
¡Feliz Año Nuevo Maya!
Hoy 21 de febrero en fecha gregoriana se termina la cuenta de un ciclo Haab’. Los 5 días de guardar y sin nombre del Wayeb’ terminan hoy, y mañana 22 de febrero se inicia una nueva cuenta, la del año Oxlajuj Noj (que significa trece sabidurías) correspondiente al año 1528 de la cuenta Haab’.
Fuente: Eduardo Rubio / Siglo 21
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