El sábado 26 de febrero durante casi dos horas se dejó sentir la armonía musical expresada a través de la Orquesta Juvenil Centroamericana, conformada por estudiantes de procedentes de los países centroamericanos. El lugar elegido para este concierto de gala fue el Lago de Atitlán, específicamente la playa pública de Panajachel, donde se montó un impresionante escenario que albergó a más de 87 músicos que a pesar de ser jóvenes, mostraron una calidad prodigiosa en la ejecución de obras de los grande artistas del mundo.
Se efectuaron pruebas de sonido, momento aprovechado por el director para dialogar con el músico Paulo Alvarado, autor del Concierto para Marimba y Orquesta. Parte de esta obra requiere la interpretación de unos pasajes del Pop Vuh y en honor a su composición, fue designado para hacer lectura de los mismos.
Previo al concierto, un programa protocolario presidido por la Viceministra de Cultura, Elsa Beatriz Són; el alcalde municipal de Panajachel, Gerardo Higueros y el coordinador del concierto, Álvaro Aguilar, dio apertura a esta actividad sin precedentes en el Lago de Atitlán. Los funcionarios ofrecieron el espectáculo al público que acudió a la cita sonora. Coincidieron en que la música es un elemento vinculante en nuestra región y que a través de ella se fortalecen los lazos de fraternidad que unen al istmo centroamericano.
El programa artístico incluyó piezas musicales de Béirot, Max Bruch, Dovak y de Alvarado, todo bajo la dirección del maestro mexicano Enrique Barrios. No debemos de dejar pasar la oportunidad de destacar al marimbista guatemalteco Fernando Isabel Vásquez que interpretó con buena calidad nuestro instrumento nacional, en un homenaje oportuno que fue apreciado por un público entusiasta y conocedor.
Sin embargo, el hecho de llegar a un final tan emotivo como el apreciado, supuso la realización de una serie de actividades académicas para la preparación de la orquesta a este concierto. Desde el miércoles 16 arribaron a nuestro país las delegaciones extranjeras para sumarse a la guatemalteca. El viernes 25 se realizó un ensayo general en la escuela Justo Rufino Barrios ante más de mil estudiantes de distintos niveles académicos.
Este evento mostró la calidad técnica de los músicos y fue bien apreciado por niños y jóvenes de este centro educativo. Al finalizar la presentación, el coordinador de la actividad, Álvaro Aguilar, entregó la sede de la Orquesta Juvenil Centroamericana a El Salvador, país que el próximo año tiene la responsabilidad de organizar todas las actividades musicales.
La realización del concierto en Panajachel significó un incentivo tanto para los miembros de la Orquesta como para los turistas que visitan este municipio turístico. Durante los diez días de campamento se tuvo la oportunidad de viajar a sitios cercanos, compartir con la cultura indígena del lugar y presenciar tradiciones guatemaltecas. Los visitantes a su vez presenciaron de forma gratuita un evento cultural de gran magnitud, actividad sin precedentes en la historia de este lugar.
El mismo día asentaron su sede en Panajachel, donde convivieron y compartieron su cultura con sus compañeros. Realizaron importantes jornadas de ensayos y charlas magistrales a cargo de maestros guatemaltecos y representantes de la Orquesta Filarmónica de Berlín, quienes aparte de instruir a los músicos, fueron solistas en el concierto de gala.
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